Biblioteca Digital Mundial de la Unesco.
La Unesco lanzó la Biblioteca Digital Mundial (BDM), de acceso gratuito, para mostrar y explicar en siete idiomas las joyas y reliquias culturales de todas las bibliotecas del planeta.

La BDM ofrece documentos que acceden a lo mejor de las culturas del mundo en idiomas diferentes: árabe, chino inglés, francés, ruso, español y portugués y otros 50 idiomas. Los documentos, que son de gran valor universal, van desde antiguos documentos de caligrafía antigua persa y china hasta los primeros mapas del Nuevo Mundo, pasando por pinturas rupestres africanas que datan de 8000 años a.C.
La variedad incluye el Hyakumanto darani, japonés, publicado en 764, considerado el primer texto impreso de la historia; un relato de los aztecas que constituye la primera mención del niño Jesús en el Nuevo Mundo; trabajos de científicos árabes desvelando el misterio del álgebra; huesos utilizados como oráculos y estelas chinas; la Biblia de Gutenberg; antiguas fotos latinoamericanas de la Biblioteca Nacional de Brasil y la célebre Biblia del Diablo, del siglo XIII, de la Biblioteca Nacional de Suecia.
En su inicio la BDM tiene unos 1200 documentos, pero podrá incorporar cantidad ilimitada de textos, grabados, mapas, fotografías e ilustraciones. Su objetivo principal son los jóvenes dado que está diseñada como una continuación del ciclo educativo.
Desarrollada por un equipo de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos tiene la asistencia técnica de la Biblioteca de Alejandría y la Unesco con los aportes de Bibliotecas e Instituciones Culturales de gran cantidad de países de todo el mundo. Una vez probado su funcionamiento se espera que se desarrollen bibliotecas digitales nacionales.
Está disponible en http://www.wdl.org/ con acceso gratuito donde se puede escuchar la primera grabación de "La Marsellesa" o ver la Biblia de Gutemberg y mucho más con solo hacer clic.


La importancia de Los Olimareños trascendió los límites orientales y pronto llevaron sus canciones por toda América Latina. En 1974 debieron exiliarse (primero Braulio y después Pepe) y, durante una década, actúan en casi todo el mundo: Canadá, Hawai, España, México, Alemania Oriental y Occidental, Argelia, Austria, Bélgica, Brasil, Francia, Holanda, Estados Unidos, Noruega y Suecia, entre otros lugares.
Cuando es liberado -gracias a la presión internacional- Viglietti intenta seguir en Uruguay. Después de publicar un nuevo disco, “Trópicos”, se traslada a Buenos Aires -donde ya había actuado en muchas oportunidades- y mientras prepara sus presentaciones le advierten de la inconveniencia de regresar a su país. Se queda aquí hasta que, poco antes del golpe de estado en la Argentina, recibe dos invitaciones, una para actuar en Perú y otra para participar de la “Fête de L’Humanité” en París, lugar donde finalmente se exilia. Desde Francia lleva su canto por el mundo.
Palabras de Eduardo Galeano y del propio Alfredo Zitarrosa me permiten cerrar esta evocación. Dijo el autor de “Las venas abiertas de América Latina”:



El acto es organizado por el Diputado Raúl Puy -
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