F Aproximación a la Bossa Nova (cuarta entrega) - Carlos Sánchez Viamonte

Aproximación a la Bossa Nova (cuarta entrega)

A turma
Joao Gilberto, Antonio Carlos Jobim y Vinicius de Moraes configuraron la célula esencial de la Bossa Nova alrededor de la cual se tejió un movimiento con muchos otros protagonistas de prestigio: la célebre turma da Bossa (la banda de la Bossa). Estos son algunos de ellos.

Sylvia Telles
Nació el 27 de agosto de 1934 en Río de Janeiro y falleció, como consecuencia de un accidente automovilístico, el 17 de diciembre de 1966. Tenía 32 años apenas.

Soñó con ser bailarina pero, al realizar un curso de teatro, descubrió su pasión por el canto. Participó en un programa de aficionados que tenía Ary Barroso en Radio Tupí y dio sus primeros pasos en locales nocturnos cariocas. Fue allí donde conoció a Joao Gilberto, quien fue su primer novio. Según las historias, el romance terminó porque la familia de Sylvinha no gustaba de ese bahiano que no hacía nada y vivía gracias a la ayuda de los demás (los padres de la cantante no podían leer el futuro, aunque, ciertamente, en esos años, Joao vivía en departamentos prestados y de la ayuda de los demás). Se casó con José Candido de Mello, abogado y músico con quien condujo, en 1956, en la TV Rio, el programa Música y romance, por donde pasaron, como invitados, figuras como Tom Jobim, Johnny Alf y Billy Blanco y donde ella cantaba acompañada por su marido en la guitarra.

El estallido de la Bossa en 1958 no la sorprendió porque ella ya formaba parte del grupo de intérpretes y compositores que la fueron gestando, de modo que la abrazó con naturalidad y entusiasmo.

Fue una de los participantes principales del espectáculo donde se usó por primera vez en la historia la expresión Bossa Nova. Fue en el club del Grupo Universitario Hebraico donde en la puerta se puso un cartel que decía, simplemente, Hoje, Sylvinha Telles e un grupo bossa nova. Un grupo bossa nova y no un grupo de bossa nova. El término Bossa Nova se usó en ese caso como adjetivo y no para denominar un movimiento del cual, claro, sus protagonistas todavía no eran conscientes. Este show no debe confundirse con el primero enteramente dedicado al movimiento, ya con su nombre correspondiente, que se hizo en septiembre de 1959.

Sylvia Telles realizó además giras importantes por Estados Unidos, Francia, Suiza y Alemania, a principios de los 60.

En 1963 se casó nuevamente, esta vez con el productor discográfico y de espectáculos, músico y autor Aloysio de Oliveira. Ya por entonces había grabado discos esenciales como Amor de gente joven (que incluía sólo canciones de Tom Jobim); Amor de Alta Fidelidad, Sylvia Telles en Estados Unidos y Bossa, balanço, balada, entre otros. La audición de esos trabajos hoy, nos permite recuperar lo mejor de su estilo: su flexibilidad vocal, su capacidad interpretativa, su facilidad para cantar en portugués e inglés, su sentido rítmico y, fundamentalmente, su exquisito gusto.

Su muerte, a los 32 años, fue un golpe terrible para toda la música popular del Brasil, sin distinción de géneros.

Carlos Lyra
El compositor, guitarrista y cantante Carlos Eduardo Lyra Barbosa nació en Río de Janeiro el 11 de mayo de 1939 y sus aportes a la renovación de la música brasileña son importantes. Comenzó a componer solo, después lo hizo con Ronaldo Bôscoli y tuvo también una etapa creativa breve pero muy rica con Vinicius de Moraes. Estuvo también muy vinculado con Roberto Menescal, con quien abrió una academia de música a la cual concurrió, con apenas 14 años, una tímida Nara Leao. En 1959 grabó su primer disco, Carlos Lyra, Bossa Nova. A comienzos de los 60, después de haber presentado su segundo disco, Lyra se fue alejando de la Bossa y se inclinó hacia una música testimonial, comprometida socialmente con la realidad brasileña de la época (como se verá, algo similar ocurrió con Nara Leao). Con el correr de los años volvió a la Bossa y la mayoría de sus presentaciones, dentro y fuera del Brasil, son con el repertorio que lo consagró. Cosa más linda, Tú y yo, Influencia del jazz, Mi enamorada, Maria Moita, Maria Nadie, Lobo Bobo, Barquito de papel y Gusto de ti, son algunos de los clásicos que compuso.

Roberto Menescal & Ronaldo Bôscoli
Se conocieron en 1956 durante una reunión musical en casa de un amigo común. Menescal era guitarrista y tenía su academia de música con Carlos Lyra. Bôscoli era periodista y le gustaba la música moderna. Charlaron bastante esa noche y coincidieron en todo. Resolvieron hacer algo juntos. Bôscoli se integró a la academia y de la academia pasó a las veladas que se hacían en la casa de la alumna Nara Leao y donde se escuchaba esa música moderna que tanto le apasionaba. A comienzos de 1961, cuando la Bossa ya reinaba, Menescal y Bôscoli comenzaron a componer juntos y el mar fue su inspiración mayor: Nos e o mar, Mar, amar, A morte de um Deus de sal, Rio y, fundamentalmente, O barquinho que, grabada por Mayssa, se convirtió en éxito de la noche a la mañana. Hasta el día de hoy Roberto Menescal continúa siendo un incansable difusor de la Bossa en el mundo y ha grabado, como solista o acompañante, decenas de excelentes discos. Entre sus últimos trabajos, podemos mencionar Bossa ever green (Bossa siempre joven) (2000) y Os Bossa Nova (2008), un homenaje en los 50 años del movimiento, grabado junto con Carlos Lyra, Joao Donato y Marcos Valle. El nombre de Bôscoli, ya fallecido, quedó asociado a los Años Dorados y a aquellos primeros espectáculos del movimiento donde habitualmente oficiaba de presentador.


Nara Leao (La única… la Musa)
Nacida el 19 de enero de 1942 en Río, estuvo ligada musicalmente a Menescal y afectivamente a Bôscoli. Como ya hemos dicho, a los 14 años entró en la academia de Lyra y Menescal para aprender guitarra. Fue allí donde conoció a Bôscoli, con quien estableció una relación amorosa. Cuando la academia cerraba, la turma partía hacia el departamento donde vivía Nara con su familia y allí seguían haciendo música. El pianista Luis Eça, el flautista y contrabajista Bebeto y el baterista Hèlcio (futuros integrantes del Tamba Trío), además de Jobim y ocasionalmente Joao Gilberto, eran algunos de los visitantes. La entrada de Nara en la Bossa fue, entonces, natural. Se convirtió en una protagonista de los primeros pasos del movimiento y alguien la denominó, con exactitud, la Musa de la Bossa Nova. Estuvo en el emblemático primer espectáculo de Bossa Nova del anfiteatro de la antigua Facultad de Arquitectura de Río, que reunió sobre el escenario a la turma completa. Su relación con Bôscoli se interrumpió cuando el letrista se casó con Maysa, con quien se había relacionado cuando ella grabó O barquinho. Algunos dijeron que ese fue el motivo por el cual Nara se apartó de la Bossa. Efectivamente, la separación fue traumática, pero lo cierto es que hacia 1964 Nara pensaba “… que se podía hacer la revolución a través de la música popular”, según sus propias palabras. Tal como ocurrió con Lyra en la misma época, Nara se orientó hacia un repertorio testimonial, de denuncia. En su disco Opiniao, que dio origen al show del mismo nombre, incorporó canciones que hablan de la reforma agraria, la vida en las favelas y la situación social de su país. Llegó, incluso, a tener problemas con la dictadura recién instalada en el Brasil pero siguió adelante. Como escribió Ruy Castro, “dejó de ser la mascota de la Bossa Nova para convertirse en la cantora más politizada del Brasil”. En 1970 hizo las paces con el movimiento (tal como ocurrió con Lyra) y grabó un disco doble, Dez anos depois, en el que cantaba las bossas más celebradas (llamativamente -o no- dejó de lado las canciones de Bôscoli quien, en ese año ya estaba casado con Elis Regina). Entre 1981 y 1988 grabó siete discos excelentes (algunos de ellos en Japón donde, de alguna manera, comenzó el re-descubrimiento de la Bossa): Com açucar e com afeto (1981); Romance popular (1982); Meu samba encabulado (1984); Luz da manha (1985); Um cantinho, um violao (1985); Garota de Ipanema (donde finalmente grabó O barquinho de Bôscoli y Menescal) (1987) y Sonhos dourados (1987). En 1989 publicó su último disco, My foolish heart, una suerte de segunda parte de Sonhos dourados, ya que en ambos grabó versiones en portugués de standards norteamericanos (George Gershwin, Cole Porter, Victor Young, Richards Rodgers, etc.). Roberto Menescal era su guitarrista, productor y director musical. En 1979 le habían detectado un tumor en el cerebro. Contra ese mal luchó la última década de su vida. Nara Leao falleció en su ciudad el 7 de junio de 1989. Los años se encargaron de hacerla volver al movimiento en el cual creció artísticamente. La historia la recuerda, más allá de rencillas y desencuentros, como lo que fue: la Musa de la Bossa Nova.

Milton Banana (El ritmo en las sombras)
Pocas reseñas de la Bossa Nova ubican al baterista Milton Banana (Antonio de Souza) en el lugar que le corresponde: creador de la batida bossanovística en la batería. Ese toque, en definitiva, es una simplificación del ritmo de samba (toda la Bossa Nova es un samba renovado, modernizado). Milton lo creó tocando con Joao Gilberto en la boite Plaza de Río, en algún momento de 1957. Si se tiene consciencia de cómo Gilberto entendía la música ya en ese momento, se puede comprender por qué Milton tenía que hacer lo que hizo en la batería. El primer ejemplo de batería Bossa Nova es la versión grabada de Chega de saudade, registrada por Gilberto en 1958 con la participación de Milton Banana. Entre 1965 y 1975, y mientras acompañaba a todos los grandes, Milton grabó 8 discos formidables al frente de sus propios conjuntos. A comienzos de los 80 comenzó su ocaso, no por su responsabilidad, sino porque el negocio de la música había cambiado. Cuando se produjo el renacimiento de la Bossa, primero fuera y después dentro de Brasil, Milton estaba imposibilitado de trabajar por problemas de salud. Incluso sus amigos tuvieron que hacer un espectáculo a beneficio para recaudar fondos en su ayuda. Volvió a los escenarios esporádicamente y, después de sufrir la amputación de una pierna, falleció en mayo de 1999.

Newton Mendonça (El compositor en las sombras)
El de Newton Mendonça es otro ejemplo de personalidades de la Bossa que fueron insólitamente obviadas en las historias del movimiento. Dice Ruy Castro que “… el mayor misterio de la Bossa Nova se llama Newton Mendonça. Cuando murió, a los 33 años el 11 de noviembre de 1960, muchos de los propios integrantes del movimiento advirtieron lo poco que lo conocían. Para la mayoría del público era apenas un nombre asociado al de Tom Jobim en canciones que figuraban en discos de Joao Gilberto o Silvinha Telles. Su fallecimiento mereció apenas una columna en páginas interiores de algunos diarios”. Su historia musical comenzó (como la de Jobim) en los locales nocturnos de Río como pianista. Como compositor, su primer tema relevante, Foi a noite (en parceria con Tom), resultó un éxito en la voz de Sylvinha Telles. Después del 58, siguieron piezas esenciales para el movimiento: Desafinado, Samba de una nota só, Meditaçao y Discussao, todas con Jobim. El método de trabajo de ambos era, por lo general, elaborar en forma conjunta tanto la música como la letra: eran un pequeño equipo. Muchos pensaron en ese momento (y también después) que Mendonça sólo aportaba las letras, lo cual es inexacto. Es probable que su carácter (introvertido, de permanente bajo perfil) haya incidido negativamente. La vida bohemia de Newton (trabajo nocturno, alcohol, cuatro paquetes de cigarrillos diarios) lo llevaron a una temprana muerte como consecuencia de un ataque cardíaco.

(Continuará)

Bibliografía consultada:

  • A onda que se ergueu no mar (Ruy Castro, Companhia das letras, 2001)
  • Chega de saudade (Ruy Castro, Companhia das letras, 1990)
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